CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

sábado, 9 de febrero de 2013

TIPOS DE METROS MACARRÓNICOS




1. El hexámetro dactílico.

El hexámetro dactílico, el único metro empleado por los prefolenguianos, es usado por Folengo en el Baldus, en las dos églogas de la red. P, en cuatro de las siete églogas de la Zan. T, en la única y verdadera égloga de la Zan. C, y en tres églogas de la Zan. V.

Al emplear el hexámetro para la poesía épica y bucólica, Folengo no hace más que seguir la tradición instaurada por Virgilio para el ámbito latino1.

Paoli señala que Folengo sigue la norma del hexámetro (y del pentámetro) ovidiano, que se caracteriza por la presencia normal y obligatoria de algunas cesuras secundarias (la cesura trocaica en el tercer dáctilo en el caso del hexámetro)2.

Zaggia indica algunas escasas anomalías en las Macarroneas menores, como dos hexámetros carentes de un pie3, un único hexámetro espondaico4, y otro con troqueo en cuarta sede5.

2. El dístico elegíaco.

Folengo emplea el dístico elegíaco en muchas composiciones de la Zan. T, en toda la Mosch. (redd. T, C, V), en las tres Epist. y siete Epigr. de la red. T, y en muchos Epigr. de las redd. C y V.

Como dice Zaggia, “la adopción del dístico elegíaco en las composiciones amorosas de la Zan. sigue una tradición que remonta a los elegíacos latinos. Y en general era común el uso de los dísticos elegíacos en los poemas breves sobre los argumentos más variados. Por cuanto toca a la Mosch., el dístico elegíaco resulta preferido al hexámetro verosímilmente por ser considerado más adecuado a la épica ‘menor’”6.

Observa Paoli que la cesura trocaica en el último dáctilo, que hace que el segundo hemistiquio termine en bisílabo, se observa siempre en los pentámetros de la Zan. y de la Mosch.7

En relación con los dísticos elegíacos folenguianos, aparecen exclusivamente en la red. T dos formas métricas: la sonolegìa y la strambot(t)olegìa, que constituyen “dos creaciones exquisitamente macarrónicas, en cuanto producidas por la contaminación, realizada con fines expresivos, entre el sistema métrico latino y el vulgar”.8

Hay una clara definición de sonolegìa en una glosa de la Zan. T (v. 9): ‘sonolegia’ dicitur sonettus in versu elegiaco, qui constat ex quatuordecim metris veluti sonetti vulgares. Por otra parte, strambot(t)olegia designa una composición de cuatro dísticos elegíacos, o sea de ocho versos, y por tanto asimilable a la extensión de un estrambote vulgar, pero sin rastro de rima.

3. La estrofa sáfica menor.

En tales estrofas está escrito un epigrama correctamente latino de la red. C (Epigr. C XXIV). Sorprendente resulta por el contrario su aplicación a la égloga, pues el uso de la estrofa sáfica menor es ignoto a la bucólica latina clásica, medieval y humanística, donde es normativo el hexámetro. La hallamos en la primera, segunda y cuarta égloga de la red. T, que pasan a las sucesivas redd., aunque con cambio de título en las dos últimas9.

De acuerdo con Paoli, “el esquema del sáfico menor folenguiano es el mismo que Horacio ha vuelto tradicional en la métrica latina, con la constante sustitución del espondeo por el troqueo que precede al dáctilo [...]”10.

4. El falecio.

El falecio es usado solamente en algunos epigramas correctamente latinos de las red. C. Se trata de un metro muy común en el epigrama latino (los modelos más importantes son Catulo y Marcial).

Generalmente, el falecio usado por Folengo tiene base espondaica, pero admite en el primer pie el troqueo y también, excepcionalmente, el yambo: “Téngase presente que el uso del troqueo o del yambo en la primera sede del falecio constituye un rasgo específicamente catuliano (no admitido por Marcial) que la poesía humanística amó particularmente, mientras que en la edad propiamente mediolatina se empleaba solamente, según el ejemplo de Marcial, el espondeo [...]”11.









1 Cf. Ed. Zaggia, p. 673
2 Cf. U. E. PAOLI, o.c., pp. 191-192. Tal cesura hace que en los versos con cesura principal semiternaria o semiseptenaria la parte central termine con palabra bisílaba (cf. OV. Pont., II , 6, 27: “Quos prior est || mirata, | sequens || mirabitur aetas”; Baldus V I 7: “An poterit || passare | maris || mea gundola scoios?”).
3 Cf. Ed. Zaggia, pp. 673-674. Se hallan en Zan. T 569: “Sis mea eroque tuus, Zoanina, nec ignes” y Zan. T 1115: “fortunae?” “Mors sola, quod ergo quiesce”. Zaggia razona que no se puede afirmar con absoluta certeza la legitimidad textual o no de estos hexámetros de cinco pies.
4 Cf. Ed. Zaggia, pp. 674-675. El ejemplo se halla en Zan. V 934: “Quae mihi cervellum tot ghebbis imbratarunt”. Zaggia señala además otro ejemplo del Baldus T III 461: “Doctus ad impresam rapidarum bombardarum”, donde la glosa señala su valor estilístico: “hoc metrum currit ad guisam ducentis bombardarum”. Paoli (p. 194) señala otro ejemplo de Baldus V XIV 385: “Cui nisi donaret soror Aestas atque Autumnus”.
5 Cf. E.d. Zaggia, p. 675. El ejemplo se encuentra en Zan. T 1055: “In cuius chieregam giandussa nascere possit”, en el que una glosa marginal advierte; “trochaeus pro spondeo”. Hemos localizado otro ejemplo en Baldus T V 415: “Illis, absque alia confessione picandis”, cuya glosa marginal da una justificación de este uso: “Carpitur poeta quo aliquando utitur trocheis pedibus in carminibus dactilis medio, ut hic ‘confessione’, sic Vergilius et alij fecerunt, quanto magis macaronicus”.
6 Cf. Ed. Zaggia, p. 675
7 Cf. U. E. PAOLI, o.c., p. 192
8 Cf. Ed. Zaggia, p. 675
9 Cf. Ed. Zaggia, pp. 676-679, que señala diversas propuestas de explicación para este curioso fenómeno.
10 Cf. U. E. PAOLI, o.c., p. 195
11 Cf. Ed. Zaggia, p. 681.


Ilustración: grabado de la redacción Toscolanense.