CARMINA MACARONICA SELECTA

"Quid contentandum nisi contentamus amigos? / Hoc mihi servitium facias, tu deinde comanda, / nam, giandussa mihi veniat in culmine nasi, / ni pro te posthac Paradisos mille refudem", Baldus, V, 9, 295-298

sábado, 3 de octubre de 2015

FRAGMENTOS DE MI TRADUCCIÓN DE "BALDO": Descriptio convivii, 1, 390-433




En tanto, cansado el sol se zambulle del mar en las ondas1,           390
habiendo dejado de su claridad impregnada a su hermana.
Prontamente, la cena real es aparejada,
donde el estrépito suena de mil culinarias faenas,
ábrese un portalón humeante en los muros pringosos,
cuyas jambas de sucia grasa sin fin goteaban.                               395
Dentro asaltan olores de asado y de cocido
a la nariz, por quienes se excita bien el apetito.
Hay más de cien pinches allí al mando de los cocineros;
quien trae leña, quien la corta, quien la reparte
bajo bronces calientes, peroles, y bajo sartenes.                            400
Hay quien degüella un cerdo, quien tira del cuello a los pollos,
quien los destripa, al tiempo que otro los despelleja,
quien los capones muertos despluma después del hervido,
quien las cabezas con la piel del ternero cocina,
quien los lechones apenas quitados del seno materno,                    405
pinchados unos a otros de las narices al culo,
ensarta y con aguja de lardear los enlarda.
El cocinero Gambón allí el arte glotona dirige,
dado al estudio de la gula, y a la biblia del gusto.
Él sólo es apto para enseñar desde cátedras doctas,                        410
y dar cualesquiera instrucciones a los mozos de la cocina,
y de vez en cuando en la espalda llevar el rodillo
y de la ajada la mano2 a chicos y pinches pringosos.
Hay quien a hígados recubiertos de red de redaños
vueltas da en crepitantes sartenes del lardo chirriante.                     415
Hay quien gelatina esparce de jengibre picante,
y quien le añade pimienta y la exquisita canela.
Uno riega anedones de una salsa amarilla,
y a la manera española los cubre de tiernas lasañas;
del espetón uno extrae faisanes admirablemente,                            420
no sin antes tocarlos por ver si están en su punto.
Cinco piedras de molino en sus agujeros3
no dejan de vueltas dar en giros vertiginosos:
do un gusto hay a almendras y a salsa a la pimienta.
Parte saca del horno un guisado de carne grasienta,                         425
y le espolvorea canela de venecianos saquitos4.
Otro extrae de la caldera capones cocidos,
que, puestos en el ancho fondo de grande bandeja,
rocía con gotas de agua de rosas y azúcar molido,
y encima de éstos les pone un hornillo5 lleno de brasas.                    430
¿Mas a qué fastidiar con tales chácharas largas?
Cena preparan con la que poder levantar a los muertos,
y hacerlos dejar sus tumbas con el féretro al culo.








Ilustración: Frans Snyders


1Comienza aquí una sección que en la red. T aparecía bajo la rúbrica descriptio convivii, y que se extendía a 87 versos. En la red. V se veía notablemente amplificada a 123. Francisco Márquez Villanueva consideró este episodio como "esquema sugeridor" de los banquetes de las bodas de Camacho de la segunda parte de El Quijote.
2Pistonemque iadae sguataris unctisque regazzis. Acarrean la mano del mortero (pistonem) para hacer la ajada (iadae), ahora como entonces, salsa de pan desleído en agua, ajos machacados y sal.
3Quinque masinantes petrae gremiique molarum. Paoli, citado por Chiesa, recuerda que en los molinos manuales de piedra había un hueco (gremium) en el que giraban las muelas (molae).
4Pistaque de Venetis striccat cynamoma sachettis. Una glosa al verso correspondiente de la red. T (quem peuero spargit Venetum striccando sachettum), indica Sachettum uenetum. Quia Venetiis venduntur, en referencia a Venecia como centro del comercio de especias.

5Caricum brasamine testum, para mantenerlos calientes.

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